La semana pasada pudimos leer en LA GACETA un artículo que decía lo siguiente:
"La ministra irlandesa para las Relaciones con la UE junto con seis diputados
decidieron dimitir de sus cargos y apartarse de sus responsabilidades de
Gobierno y políticas una vez que su partido, de centroderecha como el PP,
decidió legalizar el aborto en un solo supuesto. Enhorabuena señora Lucinda
Creighton y diputados, su ejemplo, valentía y coherencia les honran y les hace
merecedores de nuestro aplauso, reconocimiento y agradecim iento. Es
esperanzador también saber que en Europa no están solos, contamos con otros
testimonios, el gran duque de Luxemburgo, el de Liechtenstein. También Malta,
Andorra y Hungría, con un presidente a su cabeza que ha demostrado, corno ningún
otro, patriotismo y compromiso con la vida".
Este artículo, escrito por
Rafael López-Diéguez, secretario general del partido socialcristiano Alternativa
Espaftola, fue de los pocos de la prensa española que hadan referencia a un
hecho tan poco común. Que un importante cargo público dimita por una cuestión
moral. Y si llamativo es que un político europeo tome una decisión de este
estilo, más lo es la poca resonancia que ha tenido en Espaila, qui zá porque el
aborto importa poco, o quizá porque entre nuestra sociedad una dimisión es algo
que ni se plantea, lo que demuestra la bajeza moral alcanzada.
Felicito a
Lucinda Creighton y a sus compañeros Irlandeses por su valentía. Es un ejemplo a
seguir, desde luego, y reabre una esperanza de que sí hay políticos para los que
los términos de mal menor, Voto útil o elector cautivo, no son forma de moverse
en política. Enhorabuena Lucinda.